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Migas del Pastor

Por Azulpurpura

 ¡La primera vez que cocino poesía!

Un genial y suculento poema de Sans-Foy, como todos los demás aunque no sean tan sabrosos, tambien tienen su «miga» política, bien aderezada con su chispa y total acierto en  Zapaterías Rimadas.
Os lo recomiendo.

Ha sido una experiencia divertida, a cada estrofa me partía de risa, como en otras tantas , y así poco a poco surgieron estas migas, magníficas, sabrosísimas, espectaculares migas del pastor, rimadas con maestría y perfectamente relatada por Sans-Foy.
Y nosotros bien que las hemos disfrutado

Como ya comenté en mi pan candeal estas migas quedan superiores con esta miga consistente, es el óptimo y su principal ingrediente.

Aquí su divertido y sabrosísimo poema:

No todo va a ser política.
En homenaje a mis lectores con brillantes blogs culinarios
En serio, en broma y en la cocina,
Azul Púrpura,
Cocina con luz verde,
voy a meter hoy la cuchara entre fogones. Espero no salir escaldado.

INGREDIENTES:

-Medio kilo de migas de buen pan,

-Un chorro de aceite,
-Una cebolla,
-Dos o tres dientes de ajo,
-Un pimiento verde,
-Dos o tres de pimientos del Piquillo,
-Un poquito de tocino, ibérico a poder ser,
-150 gramos de chorizo o chistorra frescos,
-Dos cucharaditas de pimentón ahumado de la Vera,
-Un chile chipotle seco, en trocitos,
-Un huevo frito por persona.


Unas migas de pastor
harás con muy poco gasto,
dando vueltas y más vueltas
a la cuchara de palo.
El pan duro que te sobre,
a tal fin habrás guardado
hasta hacerte con bastante,
que no es cosa de tirarlo.

Reducir a pedacitos
tan magníficos peñascos
es la primera tarea;
luego, habrá que bautizarlos
con mesura y sin pasarse,
bien con agua, bien con caldo.

La mejor sartén de casa,
la que tenga más calado,
será la plaza de toros
donde lidies al morlaco:
freirás conjuntamente
la cebolla con el ajo,
bien pasados por el filo
del acero toledano.

Mientras fríes la cebolla
sobre fuego mesurado,
le echarás a pedacitos
un pimiento colorado
(o del verde, da lo mismo…
que es un guiso, no un semáforo)

Pimentón del de la Vera
le añadimos, sin quemarlo,
y un poquito de tocino,
que es el alma del marrano.

Si te gustan los picantes,
bien vendrán unos pedazos
de esos chiles renegridos:
los chipotles mejicanos.
Es momento de que añadas
el chorizo ya picado,
sin dejar que fría mucho,
que se queda como un palo.

Se reposa la fritura
de cebolla y aledaños,
como un par de Avemarías…
(diez minutos, para laicos)

Puesta al fuego nuevamente
la sartén, allí volcamos
nuestras migas remojadas
(ni resecas ni nadando)
y dejamos que se empapen
en lo que hemos preparado.

Aquí viene -tomen nota-
el busilis de este plato:
darle vueltas y más vueltas,
con muchísimo cuidado
sin dejar que se te agarren
ni que huelan a quemado.
Darle vueltas con paciencia,
manteniendo el fuego bajo.
No te pares ni un minuto,
porque… ya se te han pegado.

Cuando el pan esté ya seco
y hasta huela a chamuscado,
están listas: es momento
de servirlas humeando.

¿Qué nos falta? Huevo frito.
Un huevito en cada plato.
De beber, para mi gusto,
piden vino tinto de año…
Un Luis Cañas, por ejemplo
(sin afán publicitario)

Migas, tinto y huevo frito…
Buen provecho asegurado.

Migas del Pastor

Imprimir receta
Número de personas: Varias Tiempo de preparación: Dificultad:
Datos de interés Invierno Temporada Sans-Foy- Zapaterías Rimadas Procedencia
Valoración 5.0/5
( 1 votos )

Ingredientes

Estos son algunos de los ingredientes que he utilizado y sus correspondientes pedacitos:

 

 

 

Me regalaron un manojo de ramas con esos pimientos de la Vera, recién recolectados y que colgué en mi terraza para enseguida darles el mejor destino, estas fantásticas migas.
Una vez secos se elabora el famoso pimentón de la Vera.

 

 

Hace un año cultivé estos pimientos, de unas cuantas semillas que guardé , y ésta fue mi magnífica cosecha. Bueno no, al cabo de los días mi cosecha aumentó en otro puñadito más... y tan contenta:

 

Preciosos.

Modo de preparación

Gráficamente,  la preparación paso a paso según su poema:

 

¡Muchas gracias Maestro! 
Por mi parte no sólo no queda usted escaldado, sino ruidosamente aplaudido, vitoreado, aclamado, y me quedo corta, a tenor de las exclamaciones que de mis fieras tragonas pude escuchar.
Nosotros sí que nos pegamos un magnífico homenaje,  gracias a su autor.

¡Que os aproveche!

 

 

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8 comentarios

Monsieur de Sans-Foy 11 abril, 2011 - 1:25 pm

Querida NURIA:
Me siento muy honrado por haber merecido figurar entre tus excelentes presentaciones culinarias.
Las migas, como los antiguos romances, no tienen autor, sino que van siendo "reinterpretadas" por infinidad de cocineros, que les aportan su personalidad.

Las tuyas tienen un aspecto excelente. Sólo discrepo en eso de "dificultad: ninguna", porque, como no le des a la cuchara de palo como un poseso, se te agarran a la cazuela. ¡Vaya que sí!

Un abrazo y siempre encantado de tener noticias tuyas.

Monsieur

Reply
Azulpurpura 11 abril, 2011 - 6:10 pm

Efectivamente Sans-Foy, enseguida lo aclaro en cuanto al trabajito físico que supone, a cambio de una fantástica recompensa, ójala todas las dificultades fuesen como esa ¿verdad?.
Que va, tu receta es facilonga y rápida, además.

un abrazo!

Reply
Monsieur de Sans-Foy 11 abril, 2011 - 10:34 pm

El huevo frito, si no esencial, sí es muy de agradecer, pues da al plato la untuosidad que le falta.

Yo, en lugar de poner un huevito sobre cada ración de migas, lo añado de otra manera:
En el mismo momento en que retiro la sartén o cazuela con las migas humeantes del fuego, añado los huevos crudos sobre ellas -uno por comensal- y lo remuevo rápidamente con la cuchara de palo, para evitar que se cuaje en el fondo.

El calor que conservan las migas es más que suficiente para que el huevo se haga. Es preferible servirlo aún "mocoso" con las migas.
El resultado es insuperable.
Ya me dirán sus fieras.

Reply
anabel 12 abril, 2011 - 7:24 am

Buenas Nuria, hace unos días comí unas migas de esta manera con sus tropezones.
Las tuyas me encantan y con ese pan tienen que estar buenisimas.
Besos

Reply
Azulpurpura 12 abril, 2011 - 6:46 pm

Así lo haré como dices Sans-Foy.
No volveré a olvidarme, y espero dejar el listón tan alto como bien me explicas.

Te agradezco mucho esta explicación, no se me hubiese ocurrido hacerlo asi.

un abrazo!

——————————–

Elabora este pan Anabel, seguro que te gustará.
¡ Camélate a un forzudo, es imprescindible !

Estas migas son insuperables, y esta es la primera vez que las hago, y de verdad que son superiores, nada que ver con otras que he probado.

un besito fuerte!

un besito fuerte!

Reply
Monsieur de Sans-Foy 12 abril, 2011 - 10:09 pm

Deberes para la próxima ocasión:
¿Qué tal se le da la salsa vizcaína?
Imprescindible para callos, morros, manitas y otras delicias porcinas. Deliciosa con un bacalao…

Si tiene alguna duda, podemos discutirlo: ya sabe que es a base de pimiento choricero, sin gota de tomate.

Abrazos

Reply
Azulpurpura 12 abril, 2011 - 10:31 pm

Creo que se me da bien la salsa vizcaína, concretamente en el bacalao a la vizcaína, receta que tengo en mi índice. Si deseas consultarlo, me comentas, por favor, si difiere en algo tu receta de dicha salsa.
Desde luego me queda muy sabrosa.
Hace tiempo que tengo un pequeño truco : compro el pimiento choricero en puré, sin más aditivos, y me ahorro el escaldar y raspar. Queda igual de bien.

Ya me has picado a probarla con callos, manitas (me vuelven loca las manitas de cerdo en salsa), ect.
No me gusta nada cocinar, pero muchos me picais a probar platos nuevos, algo que mis tragones agradecen enormemente, y yo, que también soy de buen comer, así no me cabe más remedio que cocinar.

Reply
Nina Maguid 28 abril, 2011 - 8:16 am

Hola Nuria!
Muchas gracias por tu homenaje, me has llenado el depósito de autoestima 🙂
Hace rato que tengo antojo de migas pero (sin despreciar) tendrán que ser en versión vegetariana. La ventaja es que nunca he probado las tradicionales, así que no notaré la diferencia.
Lo que sí haré es ese fantástico pan candeal, he llegado con un antojo y me voy con dos 🙂
Un abrazo con gusto de estar aquí.

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